8.19.2006

meses

Ayer hace cinco meses de esto. And yet, it feels like ages. Era invierno, todavía, con nieve y bufanda y todo. El mismo tiempo que tengo de postear con menos frecuencia. En parte porque el tiempo se me va en otras cosas, en parte porque odio la cursilería. ¿Dónde quedé? Una noche una va a una fiesta, toma una mano, retrocede en un pasillo oscuro. Un día una se sienta entre excancilleres y magistrados a tomar café, componer el mundo. Una mañana los cerezos por fin rompen en flor y uno va y se tira con un hombre bajo el arco del parque. Un mediodía uno toma la indignación y las pancartas y sale a la calle a protestar. Una madrugada llueve sobre besos en Alphabet City. Un día, un mes, una teclea desesperadamente, una duda, borra, pregunta, desvélase. Un viernes uno imprime, sonríe, camina dando brinquitos. Un día uno toma un avión, se arregla, baila, sonríe. Un día se marcha la amiga de la infancia. Otro día uno vuelve más que nunca a casa, uno entiende, que seas mi casa. Un día un almuerza y ríe y llora con la rubia y la colocha y uno se regocija. Un día uno despierta y mira y uno sabe. Un día uno vuelve de la playa a encontrar la muerte al teléfono. Uno empaca. Uno vuelve a volar, a encontrarse con el vacío. Después uno vuelve y uno sabe, ahora sí. Uno mira todo dos veces. Uno se detiene en la acera, uno se asoma por la ventana y mira el árbol una vez más. Uno intenta no contar. Un día uno sale de casa con la bolsa llena de libros. Uno devuelve. Uno planea y promete. Uno no cumple. Uno nunca dijo adiós. Una mañana suena el teléfono ajeno, un chofer anuncia. Uno se acicala, uno carga, arrastra, susurra. Uno cierra la puerta y la llave ya no está en el bolsillo.
Un día uno vuelve a volar. A uno le dicen que ha vuelto. Uno no vuelve nunca. Uno se marcha un día y nunca regresa el mismo. Volvió otra, volver a otros.


Y de repente, un día.

Uno deja de poder caminar a todas partes. Uno voltea y encuentra cerros en lugar de chryslerbuildings. Uno se despierta al alba, uno conduce. Uno se calza tacones altos, uno sonríe, asiente, obedece. Un día uno se vuelve a parar al frente, a levantar la voz. Uno de pronto debe tener las respuestas, saberlo todo. Uno escribe y escribe y escribe. Una desea. Uno espera.