4.13.2006

MP

Después de las ¿treintayseis? ¿cuarentayocho? horas más intensas en compañía de mi tesis (desde hace algunos días conocida como Masters Project, debido principalmente por razones estéticas y de disgusto con lo escrito), me doy cuenta. ¿Será que me doy cuenta? No sé porque ha sido hecho de mi conocimiento por diferentes personas que: "el cerebro te lo dejaste en la otra pieza, ¿no?" y que "sería bueno que te bañaras y te peinaras y te escondieras las ojeras mínimamente" y también que "mirá, vos, te entiendo porque hace dos semanas yo estaba en esas". Breve lapsus para preguntarme dónde estaba yo hace dos semanas mientras Miss G paría su respectiva tesis...Ahh, sí (suspiro). Total que medio me doy cuenta: A lo mejor este asunto no es para mí. Este de la organización sistemática y la estructuración inteligente y la argumentación persuasiva y el análisis original. A lo mejor lo mío es nadamás la interpretación y la explicación medio desordenada. A lo mejor lo mío es aventar una idea por ahí, encontrar la evidencia por ashá, marinar todo un par de semanas (o meses) en docenas de carpetas y mochilas y escritorios, darle vueltas, platicarlo ochenta veces de manera diferente, para ver cómo se oye y después, después. ¿Qué hace uno después? No se sabe. Al menos yo no lo sé. Se me antoja más bien ir mañana corriendo y platicarle a mis alumnos, que n tengo estos hallazgos que medio tengo. Esto que intuyo y que no alcanzo a terminar de articular. Veo cómo pasan las páginas, cómo las palabras se acumulan en cientos, en miles, las referencias, una tras otra trasotra. Ojalá todo fluyera allá como aquí. Ojalá pudiera escribir allá de la misma forma en que puedo escribir aquí, sin pausa, sin titubueos, con la certeza de que nada falta ni nada sobra y que al final todo está más o menos bien, cuando muy mal. ¿Será que esto es lo mío? Yo pensé que sí y ahora no lo sé, no lo entiendo. De pronto se me hace re-difícil todo. De repente quiero liberarme del yugo de esta responsabilidad y dedicarme a pasar la vida frente a la estufa, picando, dorando, sirviendo. De pronto sólo me hace falta el gis, la pluma roja. Otra veces, la maleta, los ojos bien abiertos, el metro, las piernas comprometidas con el noséquésigue. A veces es una ventana que me falta, una ventana y un cuaderno o un periódico y un café y un límite máximo de cuatro mil caracteres. no sé. tanta cosa junta. tantas palabras, tantas dudas, tanto que pasa y pasa y yo, que no parece que me muevo.

2 Comments:

Blogger blancavg ha dicho...

Ánimo. Lo que describes es la crisis de la tesis, cuando lo único que deseas es que eso termine. Un día en una nevería solicitaban empleados y créeme, desée vehementemente dejar todo y solicitar el empleo de vende-helados. En ocasiones pienso ¿por qué me complico tanto la vida? Pero ¿sabes? dentro de una misma estás segura de que no serías totalmente feliz sin éstos momentos. En poco tiempo, cuando todo pase y tengas el grado recordarás éstos tiempos ... y sonreirás.

2:24 a.m.  
Blogger Jody Dito ha dicho...

venga, venga, Sta. La Maz...cinéfila gruñona...tooodos, hasta yo, he pasado por el trance de preguntarme ¿por qué, para quíen es necesaria esta tesis que me mata y no me deja vivir?....¿un esfuercito?

8:11 p.m.  

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