3.31.2006

priceless

La fiesta a la que fui con la reunión extraordinaria de la Mini-Oea (con la delegación argentina disminuída y la peruana ausente) fue lo de menos. Bailamos, cierto, conferimos en el baño, es verdad, fuimos acosadas por múltiples hombres indeseables, también. La lección en la banqueta, caminando al restaurante afterhours más cercano: No se dice "me besó", ni "ay por qué pasan estas cosas", y menos "y lo peor era que besaba mal". Se dice: "Lo besé, besaba mal y lo tiré a la basura". Así se dice. Ya en el diner ese de la 34 y octava se puso mejor, con la serenata desentonada de temas de Rocío Dúrcal para la paraguaya. Sobria y satisfecha con mi hamburguesa de pollo frito y papas a la francesa, me dirijo a tomar el A, C, E. Una verdadera proeza, encontrar una entrada abierta, bajar, subir, bajar. Después, esperar. Al llegar el A una muchacha sale sabediosdedónde y casi se tira a la plataforma. Un muchacho la detiene y la abraza y le dice cosas al oído. Las puertas se abren y subo tras ellos y el olor a alcohol que despiden. Tonta, pienso, aunque al menos alguien la cuida, rectifico. Ya sentada me quieren sacar plática dos, uno con media en la cabeza, el otro con trenzitas. Ugh. Tampoco puedo icnorarlos así tan impunemente. Les devuelvo todas y cada una de las preguntas que me lanzan. Where are you going? How old are you? Where were you tonight? Afortunadamente W4th llega pronto y me bajo diciéndoles adiós con una sonrisa aliviada. Subo a la plataforma del F,V, B, D y oh sorpresa Metiroaltren trastabilla tras de mí. Are you taking also the orange train? Pobre. Resulta que somos vecinas. Acabo acompañándola casi hasta su puerta, me cuenta que tiene un poodle rosa, que ella conocía al bouncer de The Falls, el que acusaron de matar a la chica que desapareció hace unos meses a un par de cuadras de la casa, crimen que ahora recuerdo había omitido porque los padres luego se preocupan y ponen el grito en el cielo. Llego. La puerta con llave y un mensaje blinkea en el celular. Toco. Quiieeeeennnnn. No contesto porque aquí todo se oye. Toco otro poquito. Quieeeennn. SShhhh, ábreme. Me abre. jijijijiji. Acaba de llegar. jijijijiji. Le saco plática e inmediatamente queda en evidencia que se (hic) divirtió un montón. Pongo Alaska y Dinarama, Mecano, Plastilina Mosh. Está más divertida la música acá. Ojalá hubiera una cámara. Después le doy otra razón para que cuando me vaya me extrañe bastante. No por nada dizque fui a la escuela de medicina vicariamente. Esternocleidomastoideo. Y además sirvió perfectamente. Las aventuritas de la noche no son nada ante el azoro agradecido de un flatmate en estado inconveniente. Es como sacarle una moneda de una oreja a un niño. Priceless.