5.23.2003

Cada día me doy más cuenta de lo lejos que estoy. De lo mucho que he cambiado. Y de cómo me cuesta menos, me duele menos crecer, dejar tantas cosas, adquirir otras. Ayer, el día, interesante. Trabajar, comer, dormir un poco. Organizar la comida para Martha. Tomar el teléfono con cara de ultimátum y decirles que nos vemos el sábado a las tres. Y ya. Poner un CD, comer un sandwich. Bailar Lady Marmalade mientras espero que el Mud Pack se seque para poder bañarme y quitármelo todo. Eso del spa casero es más messy que nada. Cero glamour. Pero espero que todos esos minerales hayan hecho algo por mi piel. Que la exfoliada, y el shaving cream y el Venus Satin Ultra Plus Turbo me dejen las piernas mínimo como para portada de Cosmopolitan o Maxim (Maztrim, la llamaríamos). Me ocupo más de mí. Eso me gusta. Empecé a ejercitarme este año. La odisea del aerodance será más tarde retomada por aquí. Pero bueno. Me bañé largo y tendido. Tendido es un decir claro, sin tina. Me arreglé. Batallo poco con el corte, aunque lo quisiera un poco más corto. Recibí un mensaje motivacional en el celular. Hay cosas que a una en serio la entusiasman. En fin.