2.08.2008

lecturas

Desde Duras que ninguna mujer me tocaba tantas cosas tan, no sé, ahí. Sentí The Golden Notebook como algo cercano, íntimo, no sé. Lo terminé como con pesar. Como sin saber bien todavía qué voy a hacer con esta lectura. El moleskine atiborrado de ideas, de cosas.

Últimamente no me doy abasto con la lectura. Vuelvo a retomar los journals académicos de manera concienzuda. Ayer llegaron dos New Yorkers, dos! y una Vanity Fair rota. Me las estoy saboreando. Por correo electrónico, una bizarra combinación de artículos: Proust and the Squid The Story and Science of the Reading Brain y luego: Cardiovascular events during world cup soccer. Cuándo pensamos.

Además. De pronto pasa que leo esto aquí y aquello allá y me siento medio interrumpida. Particularmente cuando no sé, aquella noticia, este artículo, la columna. Medio qué hago con esto ahora. Son las conversaciones abortadas. Esas que no van a suceder. Supongo que a todos les pasará. Supongo que se me pasará.

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