1.19.2005

silencio

Aquí todo es más grande que yo. Aquí no mando yo. Aquí no lo sé todo. No soy de aquí, ni conozco aquí.
Todavía no me hallo. Todavía no siento que soy yo. Es otra vez esa cosa de ser al vacío, pero aquí es menos evidente. Aquí el vacío es diferente. Una persona que se busca y no se encuentra. Es cierto, puede ser trivial.
A veces no entiendo la mitad de lo que sucede. A veces es decir mucho. Todavía no tengo ni una semana aquí, cómo puedo decir “a veces” cuando no hay suficientes veces a la mano para hacer una generalización. Explicarme todo el tiempo, ante los demás, decir quién soy, presentarme. De dónde digo que soy, de dónde vengo. Cómo me llamo. Aquí no soy Maztrich ni mi apodo de toda la vida. Aquí nadamás lo que dice el pasaporte, lo que se pueda comprobar. Porque no hay referencias. Yo soy a partir de muy pocas cosas. Mi afiliación académica, mi nacionalidad, mi género, no lo sé. Me hace falta silencio. Para escribir, para mirar con cuidado. Para escuchar otra vez mi voz, esta que habla en español y que es la que sabe quién soy yo. La que habla de mí.