1.30.2007

técnicas

Tengo una técnica de unas quincenas para acá. Me ayuda a disminuir mis gastos y tal vz, tal vez, en unos meses me ayudará a ahorrar. Hay que pagar primero para empezar a ahorrar. Quiero irme, ser libre. Hoy fue quincena. Lo primero que hay que hacer es ir a Galerías a hacer pagos de celulares, tarjetas de crédito, etcétera. Este hábito de cumplición financiera, sin embargo, no había resultado en disminumiento alguno de mis responsabilidades deudísticas, para beneplácito de mis acreedores (que me ofrecen la Gold American Express cada que pueden) y desmayo de Bonbonún, quien se preocupa de veras por mis finanzas (y las hipotéticas futuras suyas, I guess). Un día me dí cuenta, un día realicé, que el problema no eran los prontos pagos, sino las tentaciones aledañas. Los recibos quedaban pagados, efectivamente, pero siempre había una blusita, un cidí, un brassiere de oysho, chocolates de liverpúl. Así que diseñé una técnica. El estacionamiento es gratis los primeros quince minutos, y si ya vamos a ahorrar, que sean hasta los diez pesos del boletito. Hay que entrar, pagar y salir en quince minutos, no más. El problema es encontrar lugar. El problema es que hay tentaciones. El problema es que diez pesos siempre tengo. Ah, pero PERO. La técnica consiste en dejar el boleto en el auto. Si lo bajo conmigo siempre puedo pagarlo después, cuando ya es demasiado tarde. Cuando ya gasté. Así que se deja en el auto el tíquet. Y se camina apresuradamente entre los que sí gastan y los que se tardan y los que platican y echan novio en el centro comercial. Y uno es puro rush, rush, rush.

Hoy tardé doce minutos.

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1.29.2007

excusas

Es que también es la paranoya. Esa de que me vaya a cachar algún alumno o administrador o jefe o persona conocida. También por eso me autocensuro.

1.27.2007

Querido cuerpo:

O toses o te dolores por las abdominales. Las dos no se puede.


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note to self

La gente no se enferma por andar descalza. Que no se me ocurra nunca nunca nunca decirle a un hijo lo contrario.

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cuentera

Los últimos meses han sido de profunda nostalgia. Por la ciudad perdida, las personas lejanas sí. Pero más bien por las palabras. El vacío viene más bien de ahí. De saberme incapaz de articular, de decir, de contar. No es posible que me haya dejado de pasar nada. Es más bien mi inutilidad, la orfandad de las palabras. El otro día, en la cama, con el cuerpo dolorido me doy cuenta. Sigo contando. Todos los días me levanto y cuento. Explico que árabes y judíos, que instituciones financieras y migrantes filipinos. Cuento y recuento. Tengo cuatro oportunidades cada vez. Cuatro veces para decirlo de otra manera, pulir los punchlines, refinar los ejemplos, perfeccionar las analogías. La cosa es que ya no soy yo quien teclea. Las palabras me abandonan y van a parar a sus cuadernos, a sus mentes adolescentes. Lo que les digo. Sigo diciendo. Sigo de pronto jugando con la verdad, torciéndola para que sea más linda, más impactante, más fácil de recordar. Ellos apuntan y me miran y preguntan y seguro, seguro, también se olvidan.

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1.24.2007

números

Ochentaynueve alumnos. Cuatro horas de clase, una de asesoría. Diecisinueve cincuenta el desayuno. Dos llamadas perdidas. Seis grados cenígrados. Diecinueve minutos bajo la ducha. Doce centímetros mal acomodados en la ecuación 90-60-90. Dos pesos de más en la casa de cambio por sonreírle al empleado. Cuatro suéteres en la tintorería. Ochenta abdominales normales, otras tantas invertidas. Cinco tacos de arracera, dos tortillitas en cada uno. Cuarenta y dos minutos de concierto, cinco músicos en la banda de mi flatmate. Siete horas para volver a empezar.

1.18.2007

M E M O R A N D U M

A: Cuerpo
De: La Administración
 
Por este medio se le notifica del inminente programa de reacondicionamiento que estaremos llevando a cabo a partir de la semana próxima y como resultado del cual se verán afectadas varias áreas que le competen, a saber, y de manera muy específica, las áreas de abdominal y extremidades inferiores.
 
ATENTAMENTE

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1.17.2007

Miércoles

La semana va de bajada, como la temperatura. Cuánto tiempo gasta la gente en el clima, carajo. El 90% de los contenidos del noticiero local se ocupan del estado del tiempo (y en las noticias internacionales, "Se presentan nevadas en el sur de Texas"). Mis pobres alumnos de escuela privada se preguntan si no sería mejor cancelar las clases. Ellos, que son capaces de vacacionar en lugares tres veces más fríos que este, ellos que se divierten en la nieve. Bombonún agoniza a causa de Babel y Betty la Fea mientras yo le aseguro que su debut de columnista no peligra. El escritorio lleno de papeles y mis horarios extendidos en la oficina me hacen acreedora (parece) a una T-60.

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1.14.2007

verde

Cruzó la calle frente a mí, mientras esperaba en un rojo. Tenía cara de Maggie. No de Jack, pero de Maggie. Un traje verde y un maletín gastado. Si el traje hubiera sido negro o azul oscuro, me hubiera engañado. Pero el traje era verde, y la cara de Maggie.

1.12.2007

antes

Antes escribía hasta por los codos. Era ácida, witty, mundana. A veces hasta pienso que cool. Luego quién sabe. No sé ni escribir un post it. Reescribí tres veces el recado telefónico que le dejaron a mi compañera de cubículo ausente. No sé si se fue el dolor, el vacío o qué. De pronto se callaron las vocecitas. Esas que me decían qué era lo que estaba pasando. Ahora nadamás miro. Miro lo que pasa y ahí está. No puedo ni siquiera platicarlo. Contesto con monosílabos en el MSN. Lo único que verbalizo, parece, son las clases. Quién sabe.

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1.10.2007

ooohh faces

Nunca había tenido salones tan abarrotados, ni había dado clases mañana y tarde. Y todavía no tengo ganas de quejarme. Todo me gusta, todo lo disfruto. Disfruto incluso leer los nombres en la lista y reconocer en ella a los hermanos menores de, glup, aquellos que fueron mis primeros alumnos. Tuve la osadía de preguntar, cuántos años tiene ahora la hermana mayor. 23. Los mismos que yo tenía la primera vez que dí clases. Igual y aunque me recuerda la edad no me importa. Dice él que lo que me gustan son las "oooh"-faces.

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1.09.2007

ticher

Hay días que nada me hace más feliz que mis alumnos.

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1.07.2007

2007

Todavía no se terminó de ir, aunque hace dos horas volví el aeropuerto y ahora deberá estar aterrizando en tecsas en una brevísima escala. Me doy cuenta que hace una semana que empezó el año. Hace una semana que debí empezar a escribir, mandar el tradicional meil de fin de año, postear sobre el pavo, los festejos, la champaña, las noches con los amigos y las tardes flojas de mirar tele. Nada de eso. Este año va a ser diferente. Duro, definitorio. Uno sólo es mi propósito para el 2007. Para los que me rodean, que este año esté siempre lleno de salud, bendición, gozo y aprendizaje.