6.28.2006

méxico

Desde hace una semana que estamos los dos en México (el país).

Desde anoche, los dos estamos en México (la ciudad).

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6.24.2006

vuelta

Ya llegué. Todavía no me hallo. La maleta, en una esquina de casa de mis papás, está vacía y resignada, esta vez no estamos de visita. Se ve chica. Aquí no es tan grande, aquí los espacios la hacen ver casi insignificante. ¿Yo? No lo sé. Todavía no lo sé.

6.18.2006

invisible

Él swipeó su Metrocard. La swipeó Miss G. Último sábado en la noche, la ciudad que no duerme, nosotros tampoco. Insufficient Fare. La swipeo una vez más. Insufficient fare. Comprá una de un día ilimitado, sugiere uno. No, comprá una de 10 dólares y lijto. Ellos están del otro lado, yo no. Estoy fuera. Fuera del sistema de subway. Fuera de la vida aquí. Hace un rato, cuando anuncié que el servicio de mi teléfono vencía después de la media noche, dijo ojiverdimente entre las luces de las velitas del bar ese a la vuelta de mi casa "es como si te estuvieras borrando de a poquito". Un día la silla del escritorio se vende y hay que sentarse sobre el borde de la cama, desnuda de su edredón de flores porque ya vino una chica y quiere llevársela, junto con el escritorio, absolutely, I think it'd be perfect for my room. Mirar todo sin querer mirarlo. Mirarlo como siempre, como lo que no se mueve, pero secretamente guardarlo. Guardarlo todo porque quién sabe. Quién sabe después qué pase.

6.16.2006

world cup

Afortunadamente Argentina gana 3-0 hasta el primer tiempo. Juegan contra la selección de un país que ya no existe. Juegan y yo sufro las consecuencias. Despertarse a tiempo, apoyar. Hay países, hay hogares, familias en donde las mujeres son viudas a causa del fútbol. Donde las mujeres son libres a causa del fútbol. En este caso no es así. Aquí hay que gritar, aplaudir, gritar otro poco. El niño brinca y canta. Yo meneo perezosamente mi taza de café y lo miro, chiquito, camiseta oficial, bandera, banderín. Gana Argentina, ganamos todos, es la verdad.

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6.15.2006

Editora

Párrafo recuperado de un archivo de Word que tenía "track changes" y que procedí a eliminar de mi Mac:
Guacho, me parece que lo que tienes quí es el marco téorico conceptual. De aquí entonces agregas un párrafo que diga que tomando esto en consideración, y dada la coyuntura democrático-electoral en la región, se vuelve relevante “evaluar a los evaluados”, particularmente en casos controversiales como el de M’exico en el 2006. Luego pones un párrafo en el que digas qué pasó en M’exico en términos más amplios, de democracia, de los challenges de la democracia, etc etc. y cómo analizar el rol de los observadores puede ayudar a y AQUI PONES TU ARGUMENTO.
Then, do not spend too much time on the regime, porque te va a tomar setenta años mi amor. Conténtate con decir cuáles eran las condiciones priistas de la democracia en cuatro o cinco enunciados: sistema corporativista, partido de estado, mayorías legíslativas/legislativo rubber stamp, etc. luego yo pondría la transición y la creación del IFE, el tribunal y sus funciones.
The history of observation in Mexico: in 2006, there was overall a view that foreign observers were less needed ? Involvement in Haiti y eso.
Middlebrook says In Mexico: "domestically organized electoral observation initiatives have consistently been more important than foreign observer missions."

El archivo en cuestión ni me va ni me viene, pero la notita es de esas cosas que no sé por qué no quiero tirar.

** (Lo posteo en la fecha que tenía el documento, no en la que lo encontré)

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6.14.2006

+1

Llegamos al bar del hotel donde se celebraba el evento musical latino. Él, con esa gorra que le saca brillo y verdor a los ojos. Yo, con el vestidito de jersey azul marino y los matching vintage shoes. Su nombre estaba en la lista, no el mío. Después de todo, era una cosa de prensa, de rock stars, de canapés. Una vez adentro, repitió su nombre. ¿Y ella? Todavía tomándome de la mano empezó a decir el mío. El mío no importaba, oh, ok, plus one, dijo la tipa que entregaba los gaffetes y tachó algo en yet another lista. Nombre y apellido de él, y voilá su gafete and Plus One, repitió y me extendió el mío que igual podía ser una víbora. Lo tomé con un dedo como si estuviera sucio y descendimos a la oscuridad del evento. Más tarde, asomándome a sus ojos tiernos pensé que no importa, que en realidad, Plus One me parece bien. Sumármele. Ser una junto con él.

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6.12.2006

últimos días

Ya lo sé que no he posteado, pero es difícil. Es difícil escribir el post de adiós a mi abuela. Es difícil escribir el post de adiós al flasmeis, a Miss G, al super, al deli, al chino de la tintorería, a mi barrio, a la ciudad, a la escuela, a la chamba medio tiempo, al ER de la clínica, al wine bar de la esquina. Y es imposible escribir ese otro post de adiós. Me quedan ocho días para hacerlo todol. Para empacar los últimos libros, y cancelar las cuentas de servicios y banco y notificarle al correo que ya me fui, y comprar eso que siempre quise y nunca pude y cobrar el último cheque y comer la última hamburguesa de Ruby's y el último tlacoyo y ¿se puede uno despedir del muchacho de carnes frías en el súper?

No quiero irme.

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6.05.2006

Abuela

Anoche, hace como cuatro horas, murió mi abuela. La ví apenas el martes pasado, de madrugada, cuando nos despedimos antes de que yo me regresara acá a recoger mis cosas. Mi abuela, se murió y no se me ocurre otra cosa que teclearlo con los ojos chiquitos de nostalgia y de sueño. Todavía no vuelvo a Monterrey y ya me falta mi abuela. No conozco Monterrey sin ella. No conozco casi nada sin ella. Conozco mi cama a punto de ser vendida por Internet, mi cuarto repentinamente desnudo como al principio, pero peor. Conozco la voz de mi padre pidiendo un boleto urgente por favor, yo re recojoo. Conozco el dulce silencio de los brazos de Diego y su café y sus esfuerzos empacadores que suplen a los míos que de repente flaquean. Mi pachorra que cree que si no voy nada sucedió. Mis ganas de regresar antes a Monterrey porque la última vez que hablamos por teléfono prometió contarme toda la historia. La historia que ya no voy a conocer, la suya que de alguna forma es mi explicación. Mi abuela, terca, fuerte, orgullosa. La que me herdó el gen vamos-a-salirnos-del-pueblo-para estudiar-en-otra-parte. La que no permite que las hijas salgan sin limpiar antes el candil y después, años después, las nietas se vayan sin pintarse bien la boca y enderezarse la blusa. Mi abuela, que dejó la vida en una máquina de coser para que sus ocho hijos fueran a la universidad. La de los gritos jubilosos y el jardín bien cuidado. No la de la cama de hospital en su propia casa, qué esperpento. La del peinado de salón cada semana, no la del pañal de la última vez. La del tango ese de veinte años no es nada y la sonrisa juguetona. La madraza que fue mi abuela.

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