11.30.2005

tiempo

Qué fácil es ser querido cuando uno dice siempre sí.

¿Será que uno es tan sexy, amable, simpático cuando uno dice que no?





No me alcanza el tiempo.

11.26.2005

Thanksgiving

It actually started the night before, when I set myself to try and make for the first time ever the stuffing we always have at Grandma's every Christmas. Three hours of fine chopping and four international phonecalls later, I realize that the bottle of cooking wine never made it into the stuffing. The oven hasn't looked scarier in my life. Coordination and balance are important when handling hot and delicate stuff. Oh well. Thursday started earlier than I would've had it. At seven thirty I'm strongly -but sweetly- advised to get up and ready up to go see the Macy's Thangsgiving Parade. "It is important to get there early and find a good spot". At quarter to nine a very grumpy Mexican wearing last-minute braids stands all bundled up waiting for the B-or-D train. El güero is kind of annoyed that we're late and will we miss something important now? So much for the holidays, I think at Columbus Circle, we have to change trains, and so do about three hundred families made up of bundled, excited children and underslept parents. I shouldn't be saying this, but I catch myself after the words have made it out into the station: "Guess who is it that will be struggling with the strollers and the kids early on weekends to take them to the park and stuff?" He looks down and holds me close as he answers without missing a beat "Shhh, let's keep it quiet children, Mommy cooked again and she forgot to add the wine to the food..." The moodiness is fading away. By the time we are on 72nd and I get the first glimpse of a king-size Big Bird the crankyness is nowhere in sight. I hop up and down just like the rest of the short people around us. We find a good spot, hurry hon, this way, did you see that? Who is that? What do you mean who is that? We don't have that in Denmark. Is it because it might hurt Hans Christian Andersen's stories and the national spirit? Very funny. A couple of hours later I am rewarded with a bagel and a hot chocolate before we head back downtown to my kitchen. He promises he'll come back soon and be my kitchen slave. The flatmate knew better than to stick around and is nowhere in sight. I understand he was summoned by Miss Colombia to go help make dessert. I look at the bird which should be thawed by now. Oh man.
(to be continued...)

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11.22.2005

fama y maternidad

Lo malo de que por fin me descubran al rato que salga y pase frente a la produtsión que está grabando aquí enfrente es que luego quién va a cuidar a Jaws.

¿Si yo me vuelvo famosa y frívola, quién se encargará de cuidar al pez cuyos trámites de adopción están por finalizarse en estos días?

Pez cuyo nombre ha sido ya decidido y que, cabe mencionar, será picudo y machín, sin complejos ni problemas de autoestima.

La vida es dura.

11.21.2005

Yorch Cluni

Órale!!! El Flasmeis me regaña. Son las 10 AM. Hace un brinco que estoy de pie, taza de café en la mano, sobre su impecable edredón. Mala idea. Taza de café, piernas inestables, accidentes matutinos.

Ooohhh, pus tú fuiste el que dijo -mentirosamente, además- Yorch Cluni cuando te pregunté qué estaban filmando ahí, enfrentito de tu ventana.

Al rato que sepamos qué filman les aviso.

11.20.2005

otra

Muy seguido me dan ganas de ser otra. Exiten varias maneras de lograrlo.

La más fácil es por vía cutánea, por decirlo de alguna manera. Anoche por ejemplo, con los jeans y la blusa sin mangas de cuello alto con el agujero estratégicamente colocado y el fleco recogido hacia atrás como en tiempos de la Bardot, con los ojos enmarcados de negro y los labios brillosos sin color. El domingo anterior, con las botas y la micromini negra y un suéter grandote celeste de botones marineros y el pelo recogido. Entre semana, con la falda de lana y el suéter ocre y los tacones de trabita y los lentes y el pelo recogido. A la clase del viernes, en tenis y jeans y bufanda de colores y gorra de los NY Knicks. Con trenzas y camiseta morada o aretes tibetanos y espalda descubierta. Otra.

Cuando viene A, o con el flasmeis, que saben decir güey y entienden te la bañaste y nambre nah y referencias y códigos y programas de tele. Con el güero y sus amigos, en lengua vehicular llena de as wells, honeys que por traducidos saben a sacarina y una politeness inaudita. En la reunioncita de la mini-OEA, en español semi culto, negociando las albercas y las piletas, optando por piscinas que nadie usa en realidad. Identidades lingüisticas.

Otras veces, ser otra requiere un poco más de esfuerzo, como ponerse el delantal metafórico y pasar horas en la cocina, o ir a las cosas del voluntariado y arremangarme el egoísmo y la indiferencia, como sentarse frente a la coreana y extenderle las uñitas, o acostar las cejas a la merced de la cera caliente, levantar la mano y preguntar o extender la tarjeta y cargar bolsas. Cachitos de agenda.

Ser otra de verdad. Decir otras cosas. En el papel se vuelve de verdad, se materializa. El deseo, la duda, el enojo. Ahí, en el papel, sí que puedo ser otra. Soy otra a la fuerza: Alumna, cuando El propósito de este ensayo es analizar las herramientas de política exterior...; maestra cuando las instrucciones para la presentación de la última semana de clases se encuentran desde ayer a su disposición en el fólder del curso...; ama de casa cuando el pavo, descongelarlo desde el miércoles, lavar refractarios, comprar mantequilla y jeringa (sobre la jeringa más después). Ensayar ser otra en los renglones. Decir cuando sea grande quiero ser divorciada y convertirme en Julieta, o hace veinticinco años despierto junto a él y no lo entiendo y sentir el bochorno de la cuarentona de la vida robada, o escribir que uno sabe matar conejitos en una biblioteca solitaria y asustar a la muchacha de junto en el metro, o exclamar frente al micrófono qué privilegio devolverle luego de treinta y siete años a esta ciudad la banda de música y mirar al pueblo agradecido con mi marido, alcalde de esta metrópoli fronteriza.

Cómo quiero ser otra. Cómo me hace falta ser otra.

11.19.2005

26 3/4

Se me fue el sueño. Toda la semana tratando de dormir un minutito más y hoy que quería dormir, se me fue el sueño. Mañana llega lo de freshdirect. El pavo y demás. Obvio, obvio que va a haber pavo y demás. Me puse a leer lo de la tarea. Nada. Apagué la luz. Me dí vueltas y vueltas. Escribí tres textitos en el celular. Los borré. Pensé en salir a fumar y me dio frío. Invité a Italo Calvino a la cama. Ugh. Voy a la sala a buscar el cargador, enciendo la computadora. Periódicos, revistas, blogs. Nada, nada, nada. Luego me paseo por los blogs de todas esas mujeres norteñas que escriben en TJ y en Hermosillo y en Mty que dan clases y tienen hijos y amigos del alma y blogs pero además hacen libros. Soy retonta, pieso. Luego pienso que eso ya no es excusa. A los dieciséis se puede ser retonta impunemente, a los veintiuno, si uno creció donde las monjas y luego la soltaron de pronto en el suroeste francés. Ya no. Ya tengo muchos. Me doy cuenta cuando es viernes en Manhattan y las luces y el frío y la gente y el flasmeis con Miss Colombia viendo la tele mientras él prepara machaca en la cocina y yo sugiero que por consideración también haga una quesadilla (plan B, que le dicen) y el güero sabediosdónde, porque él no tiene frío y además tiene veinticuatro (veinticuatro, uno puede ser retonta incluso con veinticuatro, suspiro nostálgica) y hoy no fue a la escuela y tiene todas las energías del mundo. Y yo. Yo que no tengo sueño. Yo que debería entonces ponerme a hacer algo y no alcanzo, no me alcanzo para hacer algo salvo tener el ojo pelón y las dos y media de la mañana y a ver si logro dormirme porfin.

11.16.2005

trends

Hace mucho dije que ya no iba a decir nada de la metrosexualidad. Eso fue hace mucho, en el 2003, cuando lo leí la primera vez en el NYT y etcétera. Mis reportes mensuales, sin embargo, indican que entre otras búsquedas, metrosexual es todavía una de las búsquedas que traen a internautas incautos por aquí. Para ellos está esto.

11.14.2005

ugh

Hoy ni a mí me dieron ganas de hablar conmigo.

Regorda que me caigo a veces.

11.13.2005

injusticia

Nambre nah, diría Shamán. Los editores de los phrasebooks de Lonely Planet no entienden. O creen que entienden. ¿Qué se creen? Un estudio empírico demuestra que de acuerdo a estos señores:

1) Nadie necesita un phrasebook completo en danés. Basta uno en "escandinavo"
que incluya secciones en danés, finlandés, noruego, faroés, etcétera.

2) Quien quiere aprender español en cambio, puede elegir de una selección que incluye phrasebooks completos en "español mexicano", "español latinoamericano", "español costarricense", etcétera.

3) Quien visita Dinamarca requiere saber dónde queda el metro, a qué horas abren los museos, cuánto cuesta una noche de hotel, y la súper social, encantado de conocerlo.

4) El viajante en tierras de "español mexicano" necesita de frases como: ¿vienes seguido por aquí?, esa vieja está muy buena, padrísimo, dónde está tu hotel, le molesta si doy pecho aquí y ¿quieres casarte conmigo?.

Me rehúso a seguir aprendiendo pura cosa inútil. Resuelvo terminantemente, además, quitarle al güero el librito ese de las manos. Sale con cada cosa.

11.12.2005

cocina y diplomacia

Hay pocas cosas que me hacen tan feliz, y no es de ahora. Disfruto cada paso, uno a uno. Ayer que salí de la escuela decidí que iba a cocinar. De West Fourth a Prince armé el menú. Puré de papas. Chuletas de puerco. Cruzo Houston y ahí, en la esquina con Broadway se me atraviesa un liacho de ejotes. Cortaditos y limpios. Tengo almendras y chalotes en la casa, yum, pago el dólar de ejotes y los meto a mi mochila. Ahí, junto a mis notas sobre la izquierda y Chávez y las crisis de representación y legitimidad y Maradona en el estadio, qué diablos fue eso. Compro tres papas y cinco manzanas, una de cada una (Macintosh, Fuji, Red, etcétera), es temporada de manzanas, hace mucho que no hago un pie. Se me ocurre algo, llamo a mi comensal en potencia. Dice que sí, pero a las nueve, y qué conveniente, esa botella chilena que nunca abrimos. Tres horas más tarde hay cinco refractarios en el horno. Las chuletas marinadas en el ovalado, en media hora hay que sacar los jugos y preparar el gravy. Debería estar escribiendo un paper. Me doy cuenta, hoy la escuela es un hobby, esto es lo que ocupa mi viernes. Pelé las manzanas frente a la tele, Catherine Deneuve engaña a su marido médico, las virutas salen enteras, qué placer, no quiero tirarlas. Tomillo y romero, sobre las papas que siempre no van a ser puré, está decidido. ¿Cuántas veces he hecho esto, este prender el horno, respirar contenta? Dieciséis años, ¿tal vez? No tengo suficiente talento para escribir, ni suficiente seso para ser científica. Yo no soy como mis amigas que ayer vinieron a cenar y publican artículos de opinión en Buenos Aires y Bogotá. Mi verdadera vocación es tal vez de esposa de diplomático, tengo todas las credenciales. Ser anfitriona y ver que el vino sea el adecuado y recibir a la delegación danesa y comentar sobre las noticias en un par de idiomas que no son míos, y, y, soy retonta. Esto me gusta, este picar chiquitito, asomar la cabeza en el horno, extender la masa y descubrir que tengo suficiente para dos tartas así que hay que partir el resto de las manzanas, picar más nueces. El flasmeis vuelve de su juego de raqueta y anuncia que huele hasta abajo, qué dicha. Me hace falta el arroz pero no tengo tiempo, son las 8 y 52. Uncle Ben al rescate, la cajita naranja y mágica. Alcanzo a pintarme la boquita y cambiarme el pantalón. El flasmeis le abre la puerta y se olvida de las distancias lingüísticas, dice Hola, cómo estás. El güero titubea tres segundos mientras yo lo escucho desde donde estoy terminando de lavarme los dientes y contesta Muy bien Flasmeis, y tú, ¿cómo estás? Qué vergüenza, qué vergüenza que yo todavía no.

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11.10.2005

huelga

Es difícil, esto de las huelgas. Desde un mes que lo vengo pensando. Desde aquel viernes que me llamaron para preguntarme "Would you be crossing the picket line?". No quiero hacerlo, no quiero cruzar el picket line. Estoy a favor de los derechos de los trabajadores, de la mejora de sus condiciones laborales, etcétera. Por otro lado, yo sabía cuánto me iban a pagar desde que me contrataron. Qué pereza. Claro, las horas son más largas de lo que yo pensaba, pero ¿qué no es así en todas partes? Además, ser asistente de docencia es y no un empleo. Si lo hiciera sólo por el dinero, podría trabajar en donde fuera. ¿Qué culpa tienen los alumnos? No sé, y luego, en el teléfono, la enésima llamada del sindicato, que no les parece que mover mi clase fuera del campus sea suficiente. Que cruzar the ethical picket line es igual de malo. Y los profesores de política, pero no vas a cruzar el picket line, por supuesto. Y los de economía, pero es que son colegas en entrenamiento, no empleados. Los de antropología e historia, marchando con los silbatos y los tambores alrededor del parque, frente a la biblioteca. Yo corriendo a ver a Patty , a ayudarle a decidir qué estudia y dónde y me doy cuenta de que tal vez yo no supe qué estudiar ni en dónde. Pensando en mi padre que cumplió años y cuyo post de felicitación se ha quedado muy lejos, entre los carteles del maratón y los panfletos de la huelga. Haciendo listas interminables de pendientes y pagos y cosas. Queriendo salir a dsifrutar del sol y quedándome en vez a preparar sopita de pollo para daneses mocosos y a leer y a revisar trabajos que no se acaban y cómo quieren que suspenda actividades luego de dónde voy a sacar el tiempo para poner todo al corriente.

11.09.2005

breakfast

Día uno de la huelga.

En pijamas, escuchando la clase grabada.

Quesadillas de kraft singles.

Doritos con pulpadip.

Jugo de naranja (claro, que sea nutritivo el desayuni).

11.08.2005

daylight savings time

De repente me doy cuenta de que el tiempo no me alcanza. Llego tarde a todas partes. Corro de aquí para allá, los días son largos todavía, hay mucho sol, el clima delicioso, me despierto temprano y nada, tarde, tarde demorada. Después, quién sabe cómo me doy cuenta. Hon, when you updated my phone to daylight savings time, did you also adjust the minutes? Sí, sí, you had it all wrong, it is all good now. Entonces me avienta una de esas sonrisas que me derriten. Y luego claro, hay que explicarle por qué no puede andar haciendo eso, por qué últimamente tenía que andar esperándome en todas partes.

11.06.2005

Maratón


Después de la lasagna y el repaso de las instrucciones y la preparación de las naranjas (could you please make sure they're cut up really small, hon?) y el par extra de calcetines y la camiseta de repuesto y el itinerario con las flechas y los horarios y las despedidas apresuradas porque él va a dormir temprano pero yo quiero ir a ver una película iraní, después de volver a las tijeras y las cartulinas y las búsquedas lingüísticas, después de todo eso, estoy listísima para el maratón.