10.31.2005

inevitable

Una noche uno se asoma

(a unos ojos, por ejemplo)



y uno sabe que es inevitable.


(enamorarse, o algo así)

10.30.2005

sueño

A veces sueño posts. Posts breves y relucientes, brillantes. Exquisitas frases que me llenan de orgullo. Los repito entre sueños, para que no se me olviden. Después despierto y sólo queda la certeza de que en alguna otra dimensión existieron.

10.28.2005

más Vasconcelos

No sé si es porque el cuerpo ya no puede más, la falta de sueño, la inminencia de la hora límite para entregar calificaciones y mi terrible atraso pero de repente me río sola, inclinada sobre la montaña de papel. Descubro entre una línea y otra la siguiente frase (Vasconcelos sigue dándoles de qué hablar): "...de tal forma que a los feos se les revocaría el pasaporte sexual...". Santa Pacha.

PD: Querido cuerpo, te prometísimo que después de entregar las calificaciones te vamos a llevar a comer rico con el General Danesa 33. La siesta será después de que hayamos comprado el disfraz y antes de llevarte a la fiesta donde lo usarás.

10.25.2005

berrinche

Hace frío. El despertador sonó mil veces. Una alumna me esperaba a las once. A las 9.45 abro un ojo lagañudo y refunfuñón. Tuve pesadillas y amanecí con el cuello torcido. El de la puerta de junto también se quedó dormido. Él tiene que estar a las diez y cachito, ni hablar, él se baña primero. Hago un puchero. No quiero ir a la escuela. Afuera está lloviendo. ¿Le pongo las caricaturas a la nena? ¿Le ofrezco un licuado? ¿Quiere que la lleven de la mano al colegio? Los dos reímos una carcajada de almohada. Él busca una canción motivadora para poner a todo volumen en el estéreo y yo sirvo el jugo y le leo el menú desde el lado de afuera de la puerta del baño. El berrinche ha sido apagado.

Comoquiera tengo frío y sueño.

10.22.2005

Write well

Ms. Pattchet. Sonríe desde sus ojitos cansados y dice How are you? No sé exactamente qué decirle mientras sostiene la copia de Truth and Beauty que va a firmarme. Una hora antes, cuando empezó la lectura advirtió a la concurrencia algo along the lines of: There is a reason why this is the only time I'm going to read from this book. My best friend died. También dijo Please, when you come forward to have your book signed, do not tell me that someone you loved also died from an overdose, or something. It's just emotionally exhausting after forty-five people come in with some terrible story. Tiene una sonrisa amable, pero no sé exactamente qué decirle. Entonces miro el libro que tiene en sus manos y le cuento en un inglés tembloroso y anudado en una emoción que no sé de dónde salió: I read your book twice during the summer, and then I had to put it away from me. (Se sorprende) I wrote about it to some of my friends back home and a writer friend wrote back said she couldn't find it in Mexico and could I please mail her a copy? So I went and got her one and sent it. And you know, I just realized, I sent her my copy. I kept the new one, I sent her my little notes and scribblings and the important folded pages. Sonríe y me parece que es verdadero y bello. Después, cuando recuerdo lo que sentí cuando leí esto, añado: You know, when I read about waitressing and writing, it occurred to me for the very first time that maybe writing is only an intimate way of saving ourselves and nothing more. Maybe, for me you know? And then I'm out of there, my silly heart still pounding. Why do we write? I still don't know. Lately, I haven't really. I'm off to unwritten territories and perhaps I shouldn't. It's like denial. If I don't write about it, then I don't have to deal with it. But I do. The words are still here. Maybe not here, in this white little space with the crimsom heading. Somewhere. Are they still in Spanish? Are they still lonely and hurting? The writer and the slavery of the reader's gaze. The need for this gaze. La mirada ajena. But do we want their voices also? Do we need them? Read this, but don't tell me about it. See what I wrote? Sh. Don't answer. And thus the comments are expelled. I chew on this idea while I make up my mind. Should I walk sixteen blocks downtown home or take the subway? Winter will soon be here and then I won't have a choice. I had a choice this morning, stupid blistering shoes. Aren't you cute, with your caramel skin and the tiny straps. You're killing me. And the shoes sing against Union Square while the feet make a go for the subway stairs. Maybe I should become a serious reader and drop the pen altogether. The Moleskin makes it way out of the sea of homework and paper and I open it. My beautiful forgotten friend. I open it. The last few pages: Print out for Patty info on Grpahic design and Illustration at Kingsbourough CC. This is not my handwriting: MUST! In Between Boyfriends Book by Cindy Chumpack. Tres cuartos de página desperdiciados. October 17th: Read paper again and make last-minute changes. Submit. Translate Annie's letter for advocacy. Email union representative (can I still collect my check on payday?). Buy rainboots. Blue pen: October 18th, 2005. D comes over for (Mex) dinner "yummy and spicy". Sincronizadas? Something hassle-free. Tortillas, tomate, jalapeño, aguacate. Crema. Frijoles? And then: Lo mío no es el trabajo de campo. NO tengo que andar inventando. Los libros, los libros, el análisis. No inventes, ¿etnografía? La invención guárdala para otra cosa, la escribancia. Whew. There I am. That one is my voice. Not the lists of neverending to-dos. Here's the six train. I sit next to a beautiful girl. I like the way he says girl. It's like in England but not, nicer. The i never makes it way into his version. Jermosa, also. Sigh. I need these bangs to start growing soon. And then, I remember. Truth and Beauty. I open it. To Maztrich, Thank you for buying the book twice. Write well and believe in yourself. A. Pattchet.

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10.21.2005

cursi

The Lonely Traveler Mexican Spanish Phrasebook: $8.99
The Lonely Traveler Scandinavian Phrasebook (includes a section for Danish): $8.99
MetroCard rides to Barnes&Noble, Union Square: $4.00

Recuperar la cursibilidad y la sonrisa desenfrenada: Priceless.

10.18.2005

monogamia

Sí, sí, era divertido el man-juggling.
Pero hasta cierto punto.
De repente me empezaron a remorder los escrúpulos.

10.17.2005

disciplina

No tengo nada de disciplina. Cero, nada, inexistente. Un paper para mañana, listo al treinta porciento. Los quizes que tengo que devolver el jueves, igualitos que como me los entregaron. Las lecturas para en la tarde, ya merito. La tarea semanal de los martes, ni sus luces. Sábado y domingo, horas y horas en la biblioteca y nada. Me duele la garganta. Luego, además, me hablan del sindicato, que si voy a ser rompehuelgas. No sé, no me gustaría. Pero tampoco quiero dejar de trabajar.

10.15.2005

coincidencia

La semana pasada México eliminó a Guatemala. Quedaron descalificados.


(en el fútbol también, qué coincidencia)

10.12.2005

Patty*

Se llama Patty* y mañana cumple veinte años. Iba a escribir sobre el concierto de U2 y mi primera visita a Madison Square Garden y las luces y la música y las cosas que uno siente y uno entiende en medio de la gran multitud y tanta tontería que uno piensa. En lugar de eso, mientras se me mojan los jeans hasta la rodilla de regreso a la casa esta tarde, pienso que tengo que escribir de Patty que mañana cumple veinte años. La he visto cuatro veces contando la de hoy. El próximo año terminará high school aquí en Nueva York. Mi misión es ayudarla con la tarea pero también con los ensayos y las aplicaciones y todas esas cosas horrorosas que uno tiene que hacer para que a uno lo acepten y le den dinero. Quiere ser diseñadora gráfica. Quiere ir a Boston porque ha oído que es muy bonito por allá. Quedamos en que hoy íbamos a trabajar en su personal statement. ¿Cuántos personal statements he visto en los últimos años? Un montón. El otro día hablaba con alguien que se quejó de que el suyo no contenía ninguna experiencia salvando vidas en África. Este es diferente. Llegó con un paraguas amarillo y sacó de un fólder acqua y arrugado (orita voy a comprar uno nuevo, dijo con vergüenza) dos páginas escritas a mano. La letra limpia y derechita. Expectante, los ojos brillantes. Alejé lo más posible la pluma, intentando apartar la comezón de las faltas de ortografía. El primer párrafo era una sola oración. Contenía cuatro veces la palabra obstáculos. Lo leí una vez. Saqué una hoja en blanco. Hicimos un bosquejo. Luego le pedí que me explicara cada párrafo. Patty que aprendió a leer y escribir a los diez años en México, cuando sus papás se devolvieron a vivir una temporada allá. Patty que a los tres años llegó por primera vez a Nueva York y la pusieron en una clase especial porque no hablaba y no respondía. Es que no entendía nadita del inglés, pero no es que no supiera aprender, fue hasta que hice la primera comunión que un cura de la iglesia- creo que se llamaba Peter- me empezó a platicar en inglés y ahí ya lo fui aprendiendo. ¿ A quién le puede importar que ayer fui a un concierto o que últimamente mis intereses románticos oscilan indecisamente entre centroamérica y escandinavia? No he revisado los otros ensayos ni las tareas. A los nueve años un maestro de segundo de primaria la sentaba en el pasillo, sola, con un libro enfrente y le dejaba encargado que lo leyera mientras él daba la clase. No sabía juntar las vocales, y me hacían burla. Después se le contenta la voz y me cuenta de la maestra viejita que le regaló un gato y la llevaba a su vecindad a que aprendiera a leer luego de que las clases se habían terminado. Ahora estamos leyendo de este Otelo, en la clase de inglés, pero no le entiendo bien a todo. Cuando tomé la clase de historia en la otra escuela, cuando ya nos regresamos para acá, el maestro Sánchez sí me ponía más atención porque era latino como yo y si ya de plano no le podía con el inglés, entonces me hablaba en español. Me saqué un diploma en historia y ahí sí me dí cuenta que me iba bien en la escuela. Y tiene ganas de graduarse pronto y de irse a vivir a Boston. Antier que hice pollo con papas y arroz salvaje y ejotes con almndras para el flasmeis y sus amigos que vinieron a festejar el verdadero día del cumpleaños decidí que yo ya había tenido suficiente escuela. Tengo veintitrés años de empacar mochila todos los días y asomarme a pizarrones. Sin descanso. No sé hacer otra cosa y a veces quisiera no sé, tener un restaurancito o meserear o quedarme en mi casa todo el día sin pensar en la tarea que tengo que hacer o en las que me quedan por revisar. Justo pensé que quería un cambio, un break por lo menos. Y vengo a toparme con Patty a las dos de la tarde de un miércoles lluvioso y me doy cuenta de que necesito seguir en contacto con ese mundo de plumas rojas y pupitres y gis y borrador. ¿Cómo se me puede ocurrir otra cosa? ¿Cómo puedo abandonar mis deberes por andar cocinando y regando las plantas y rogándole que no se me mueran e ir al super o acurrucarme un rato a que me cuenten que en Dinamarca la gente toma leche tres veces al día o escuchar en el medio tiempo del México-Guatemala-rumboalmundial cómo le hace uno para intubar a un bebé que pesa menos de un kilo como si no hubiera nada más en la vida? Tanta nostalgia idiota por una vida que no existe, que es de mentiritas. Y Patty que va y viene en el metro, que también toma la línea verde pero ella hasta arriba y pasa la tarde cuidando a su hermanita o el mostrador del negocio de sus papás y hace un cachito en su tarde para que yo venga y le diga qué es lo que hay que escribir si uno quiere que lo acepten en una escuela. Volteo a ver la pila de ensayos que me esperan y mi agenda olvidada y relegada que se ha quedado afónica de tanto decir que el martes que entra hay que entregar un paper sobre el que ni siquiera tengo el tema. Afuera no ha dejado de llover. Arriba hay un perro o un bebé o algo que hace un ruido muy extraño. Unos pasitos irregulares y constantes que igual no me van a dejar dormir, me digo mientras me obligo a leer ahora sí todas las tareas. A entregar, ahora sí todos los deberes.



(*Aunque en realidad no se llama Patty)

10.10.2005

lentes

Perdido
es sinónimo
de guardado
cuando se
tiene muy
mala memoria.

Volvieron. Yupi.

10.09.2005

despalabrada


Últimamente ando así como sin palabras. Me siento con la pantalla enfrente y nada. La semana pasada, ¿fue la semana pasada? me fui a tomar el sol a Central Park. Sábado a las ocho de la mañana y ya sin sueño. Así que me bañé, alisté al cuerpo y lo metí en el traje de baño. Fui a la lavandería y de regreso compré uvas y un sandwich de prosciutto con mozzarella y tomate. Tomé la línea naranja hasta Strawberry Fields y caminé a Sheep Meadow. El día era maravilloso. Extendí mi yoga mat, mencueré y apagué el celular. La antología de ensayitas latinoamericanos y mi sudadera encapuchada sirvieron de almohada. Tal vez fue media hora que dormí apaciblemente en medio de las carreolas y los niños que dan sus primeros pasos en el otoño niuyorquino. Después me di cuenta. No había traído cuadernito. Un lapicero nadamás y la mitad de un postit donde apunté el número del arqui. El cielo era del azul de la pared de mi recámara en casa de mis padres. No sólo no tenía los instrumentos. Era la necesidad. Se había ido. Sentirme plena y el cerebro en blanco. Unas monjas jugando en el pasto y yo sin verbalizarlo. Echada de panza, el sol tostando los hombros, los ojos descansando sobre unas líneas que hablan sobre el exilio y la escritura. La escritura y mi no-escribancia. Algo pasa. No puedo, no me sale, no tengo palabras.

10.08.2005

cumpleaños feliz

El trigésimo primer invitado se marchó hace un par de minutos.
La heladera ha sufrido un daño irreparable.
Yo no tengo sueño.

Feliz cumpleaños flasmeis.

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10.06.2005

ah raza

No he terminado de revisar. Hoy hablaremos sobre el muralismo. Un alumno ofendido me escribió sobre haber leído La Raza Cósmica. Sí, sí, el hombre dijo que los feos no habrían de casarse, qué quieren. Me dan ganas de contestarle y decirle, corazoncito gringo, tú sí vas a casarte, no te preocupes, eres joven y guapo. Además, Vasconcelos se equivocó y la fealdad y la ignorancia y la pobreza siguen reproduciéndose todos los días, no te apures. En lugar de eso le contesto toda propiedad. No nos importa el valor argumentativo, ni la veracidad ni les estoy pidiendo que le crean o le hagan caso ni nada de nada. Nos importa porque fue en su tiempo importante. Nos importa porque de alguna forma explica la formación de la identidad Latinoamericana, la construcción de la cultura en las tierras esas del sur que ustedes no conocen. Me importa porque así entiendo que mi abuela cuando mira los novios de sus nietas dice "Pero si se trata de mejorar la raza, hijita!". Y si en realidad de eso se trata, de responder al buen gusto y a la selección estética, qué maravilla. Así postergan los deberes, las nietas de las muchachas vasconcelistas de los años treinta, globalizadas y cosmopolitas, asomándose a los genes de médicos guatemaltecos francófonos y rubios hombres de negocios con ascendencias libanesas en linares y soldados maratonistas nórdicos. Así, por el puro placer del buen gusto y la armonía de todas las razas.

10.05.2005

contingencia

Me hace falta un plan de contingencia. Afortunadamente, los daneses no son muy efusivos en público y no hubo que aplicar maniobras extraordinarias de encubrimiento. Eduardo tiene razón, hay que zonificar y establecer límites. Prohibidísimo frecuentar los mismos lugares, no vaya a ser.

10.03.2005

week in (p)review

Monday: Closed (like museums and country clubs)
Tuesday: Dan(ish), afterschool casual meetup.
Wednesday: Eduardo, movies&gossip.
Thursday: J cooks dinner (his place).
Friday: TBA.
Saturday: Doctor, all-day event (make-up for the rotation in neonatology)/Flasmeis b-day.

(Más la escuela, el trabajo, etc. The posting will of course, be restricted)

10.02.2005

daneses

Son tan guapos los daneses. Tan divertidos y tan espléndidos. Nadamás pónganlos toda la tarde en una terraza con música y refreshments a que se tuesten despacito. Después, ya que estén contentos y marinados, empáquelos en taxis y llévelos a un lugar árabe. Diversión retegarantizada hasta el día siguiente.

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10.01.2005

silly little movie

Hay una peliculita tonta que acabo de ver por segunda vez en la vida. La primera vez fue hace mucho. Es raro la forma en que funciona la memoria. Esa cualidad como hojaldrada que tienen los recuerdos dice María Luisa Puga en Antonia. Cuando el maestro de literatura preguntó qué quería decir esa línea yo dije "la memoria es muy frágil". Hoy digo otra cosa. Lo escribo. La memoria tiene muchas capas. Finitas y frágiles, pero muchas. Addicted to love. Tengo ocho años menos, llegamos tarde al cine a oscuras. Está empezada, es la premiere regiomontana patrocinada por Telmex. Mi tío le dijo al muchacho ese por el que todavía suspiran mis tías y mis abuelas: "Vayan al cine, nosotros no podemos ir". Toda la vida pensé que era una película que sucedía en Francia. Go you to know why, si la cosa es justamente en Nueva York. En mi barrio pa ser precisos. ¿El parque donde hay niños con pistolas de agua y changos de labios pintados? Hoy comimos ahí el falafel de los fridays, sobre el pasto todavía verde, todavía iluminado por el calorcito que se ha quedado un par de días más. Me río de mí por pensar que esta cosa era en Francia, y quiero adivinar que es Wooster, seis cuadras más al oeste. Es la segunda vez que veo esta película pero la música. Otra capa. Serge Gainsbourg y Jane Birkin (¿o es ésta la versión con Brigitte Bardot?). El CD lo compré mucho después. Estaba en oferta en Mixup y recordé vagamente que el soundtrak me había hecho feliz ese día que llegué tarde a la función patrocinada por mi tío que estaba ocupado para ir. Lo compré sola, de los tres o cuatro cidís que compré sin que nadie me dijera qué música debía gustarme. Lo compré por la memoria de algo que no pude explicar. ¿Dónde quedó ese disco? Hubo una época que lo oía diario. Mucho después, claro. Lo presté. Quiere venganza, que sufra. La verdad es que la película no es tan buena. Ahí está Dean & DeLucca, mira, mira. Je t'aime, moi non plus. Un otoño de hace un año saliendo de mi clase de yoga, estoy echando gasolina y Serge Gainsbourg canta en la radio de un oscuro programa alternativo mientras yo me regaño por haber permitido que ese amigo le prestara al hombre por el que lloro todas las noches mi disco de Addicted to love. Así es la vida. Una película, un par de canciones. Un otoño feliz, un otoño lloroso. Un otoño niuyorkino de hojaldre de recuerdos.

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